Hace poco vi a un amigo en la iglesia con su pequeñito durmiendo plácidamente en sus brazos. El niño apoyó su cabecita en el hombro de su papá. Mi mente regresó unos 15 años atrás, cuando nuestro primer hijo Helamán era un pequeño bebé. Siempre me ha gustado tener a mis pequeños en mis brazos. Esta mañana de domingo, se encontraba durmiendo tranquilamente y babeando en la solapa de mi traje de domingo, el único que poseía en esos tiempos. En aquel entonces no podía darme el lujo de limpiar mi traje con frecuencia, así que trataba de ser muy cuidadosos de no ensuciar mis trajes. Pero con un niño nuevo, las marcas de escupido y saliva se hicieron algo común y aprendí no sólo vivir con ellas, sino a apreciarlas. Y así, la mancha se convirtió en una insignia de honor, algo que orgullosamente lucia como un padre. Ahora, cada vez que veo un padre con una 'marca de bebé' en su traje, siento admiración por ese padre que cuida de sus pequeños y que se preocupa más por su hijo(a) que de tener un traje impecablemente limpio cada domingo.
Así es que, padre ¡lleva la insignia con honor!
(Photo by Maggie Smith)
